El inventor y cineasta Miroslav Macarevich fue el arquetipo del artista incomprendido y vapuleado por la crítica.
A pesar de ello, con ingenio y creatividad, consiguió filmar un largometraje de culto de cuatro horas de duración: Igor María García. Triste historia de un travestido español en Siberia.
Ante la escasez presupuestaria, Macarevich puso en práctica su capacidad inventiva y logró rodar su film, no en celuloide, sino en rollos de papel higiénico.
Miroslav no imaginó que esta decisión técnica legitimaría las opiniones de sus detractores.
FOTO: Aquí se lo ve en pleno rodaje de Igor María García.
La ausencia del protagonista (que había muerto de frío durante la segunda semana de filmación) obligó a Macarevich a emplear recursos innovadores.
A pesar de ello, con ingenio y creatividad, consiguió filmar un largometraje de culto de cuatro horas de duración: Igor María García. Triste historia de un travestido español en Siberia.
Ante la escasez presupuestaria, Macarevich puso en práctica su capacidad inventiva y logró rodar su film, no en celuloide, sino en rollos de papel higiénico.
Miroslav no imaginó que esta decisión técnica legitimaría las opiniones de sus detractores.
FOTO: Aquí se lo ve en pleno rodaje de Igor María García.
La ausencia del protagonista (que había muerto de frío durante la segunda semana de filmación) obligó a Macarevich a emplear recursos innovadores.