El 17 de abril de 1892, luego de veinticinco años de intentos fallidos, Jean Kim (pintor chino nacionalizado francés), inauguraba su primera exposición de paisajes. Decenas de artistas, intelectuales y personalidades de la cultura asistieron aquella tarde a la Galerie de Pardieu, para conocer la obra del “más grande pintor franco-chino de todos los tiempos”.
Pero, lamentablemente, entre la distinguida concurrencia se encontraba el excéntrico poeta parisino Pierre Buffet —más conocido como “el petiso busca roña”—, un diminuto rufián que, valiéndose de su envidiable oratoria, acostumbraba seducir a las esposas de los hombres decentes. El petiso busca roña, como buen cobarde, andaba siempre secundado por una camarilla de fascinerosos (como su colega Jules Soler) que salía en su defensa cuando algún humillado marido intentaba ponerlo en su lugar.
Pero, lamentablemente, entre la distinguida concurrencia se encontraba el excéntrico poeta parisino Pierre Buffet —más conocido como “el petiso busca roña”—, un diminuto rufián que, valiéndose de su envidiable oratoria, acostumbraba seducir a las esposas de los hombres decentes. El petiso busca roña, como buen cobarde, andaba siempre secundado por una camarilla de fascinerosos (como su colega Jules Soler) que salía en su defensa cuando algún humillado marido intentaba ponerlo en su lugar.
La tarde del 17 de abril de 1892, el pequeño Buffet no tuvo mejor idea que cortejar a la señora esposa de Pardieu, el dueño de la galería. Al advertirlo, el hombre se lanzó furioso sobre el pequeño canalla, dispuesto a matarlo. El petiso, confiado, prosiguió con sus habituales diatribas, aguardando la intervención de su amigo y cómplice Jules Soler; pero este no consiguió obstruir el ataque de Pardieu, y así el buen hombre logró su cometido. El destino había hecho justicia…
Entre llantos, gritos y festejos, una ambulancia se llevó el cuerpo de Pierre Buffet. La galería fue clausurada, y Pardieu, para salvarse de la cárcel, pagó una fianza de 50 francos, entregando como parte de pago las ciento veinte pinturas de Jean Kim. Al año (por medio de gestiones mafiosas) Jules Soler se hizo acreedor de la galería y abrió allí un bar que fue punto de encuentro de viciosos, casquivanas y amigos de lo ajeno: "Buffet Buffet". Del chino, ni noticias.
Entre llantos, gritos y festejos, una ambulancia se llevó el cuerpo de Pierre Buffet. La galería fue clausurada, y Pardieu, para salvarse de la cárcel, pagó una fianza de 50 francos, entregando como parte de pago las ciento veinte pinturas de Jean Kim. Al año (por medio de gestiones mafiosas) Jules Soler se hizo acreedor de la galería y abrió allí un bar que fue punto de encuentro de viciosos, casquivanas y amigos de lo ajeno: "Buffet Buffet". Del chino, ni noticias.