El mimo
Texto y dibujo: Rodolfo Fucile
Siempre soné con pegarle a un mimo. Pero pegarle feo, con saña. Me imaginaba que yo iba paseando re pancho por una plaza y un mimo me empezaba a imitar y a hacer esas boludeces que hacen ellos. Entonces yo, tranca pero muy cortante, le decía “pará bobo, conmigo no jodás”, y como el tipo insistía yo lo recagaba a trompadas. Así me lo imaginaba, y eso que no soy un tipo violento, al contrario: cuando se arma quilombo más bien soy de separar y decir “está todo bien, flaco”. Pero con los mimos siempre tuve como un odio especial. Siempre los vi tan pelotudos…