28.1.07

Margarita Echenique de Basaldúa

A pedido de la Subsecretaría de Educación de William Morris, la concertista y docente Margarita Echenique de Basaldúa ha elaborado un completo informe que servirá de plataforma para la enseñanza de Música en las escuelas argentinas. Estas son sus conclusiones:


1- No todo es música. Para distinguir si una determinada combinación de sonidos es música, intente silbarla. Si no lo logra, es porque eso no es música; es otra cosa.
2- Las combinaciones sonoras que sí son música, pueden clasificarse en dos grupos: las compuestas en modo mayor y en modo menor. Las primeras son alegres y las segundas son tristes. Las que no puedan incluirse en tales conjuntos, no son música; son otra cosa.
3- Los puntos 1 y 2 presentan excepciones, como ciertas obras de Wagner, Piazzolla o del conjunto moderno Deep Purple. En dichas composiciones, pueden detectarse compases que sí son música y otros que no. En estos casos, se deberá utilizar el cronómetro para corroborar que el 70% de las pieza pueda silbarse (condición sine qua non). Luego se procederá a su clasificación (triste o alegre).
4- La denominada “música contemporánea” es otra cosa.
5- Toda escuela deberá contar con un piano. El piano es un instrumento de teclas blancas y negras. Se recomienda, en la medida de lo posible, pulsar sólo las blancas.
6- Los ritmos juveniles, como el twist y el rock, no son aconsejables para el ámbito escolar, a menos que cumplan con las condiciones referidas en los puntos 1 y 2, y sean interpretados por la profesora titular del establecimiento educativo, bajo la supervisión de la Sra. Directora.
7- Toda escuela deberá formar un coro. Este deberá estar integrado por voces agudas y graves (también denominadas finitas y gruesas). Para interpretar un arreglo vocal sin desafinaciones, se deberá tener en cuenta lo siguiente: las voces finitas llevarán la melodía, mientras que las gruesas cantarán “bom-bom-bom-bom”.
8- Además del cancionero patrio y folclórico oficial, el repertorio del coro deberá incluir alguna pieza de música popular. En este caso, la Sra. Directora optará entre León Gieco o Alejandro Lerner, de acuerdo al perfil del establecimiento.
9- Se deberá desalentar la improvisación, dado que aleja al alumno de los conceptos esenciales de la música (puntos 1 y 2).
10- En orden de importancia, los elementos musicales son: melodía, afinación, ritmo, solfeo, pentagrama, clave de sol y piano. Lo que no esté incluido este grupo, es otra cosa.

Foto: La Prof. Echenique de Basaldúa interpretando el Concierto para piano Nro. 1 en mi menor op.11 de Frédéric Chopin, en el Teatro Colón.

18.1.07

Wilson Castro Viana

Según cuenta la leyenda, hacia mediados del SXVII, los duques Juliet y René de Rennes se vieron obligados a exilarse por causa de un embargo que los dejó en la ruina. Debido a sus escasos recursos y a la mala reputación adquirida en las tierras vecinas, resolvieron instalarse en una campiña sita en el centro de lo que hoy se conoce como la República Oriental del Uruguay.

El testaferro del Ducado de Durazno, obra cumbre del pintor Wilson Castro Viana, evoca la hazaña del jinete Michel Touraine, quien, montado en las ancas de su perro Machinot, “cabalgó” cincuenta noches desde Rennes hasta el Uruguay, con el objeto de entregar al matrimonio el título de propiedad de un establo (único bien que se pudo rescatar, luego de la debacle económico financiera).


La pintura del maestro Castro Viana exalta la grandeza y la gallardía de los héroes (en especial, de Machinot) y retrata la humilde pero digna austeridad con que los duques sobrellevaban aquel momento adverso. El personaje crítico del cuadro es, sin dudas, el obispo; aún hoy, los especialistas discuten si está felicitando o cuestionando a Michel. Algunos expertos en negocios inmobiliarios aseguran que el sacerdote reprende al jinete por no haber inscripto la propiedad en la Dirección General de Catastro de Rennes (trámite imposible de efectuar desde Durazno). Pero este detalle pierde relevancia ante la reciente acusación del destacado geógrafo Yamandú Blanes, quien sostiene que las características del paisaje no concuerdan con las de la región uruguaya. De comprobarse esta falta, la obra del “canario” Viana perdería automáticamente su valor artístico y, conforme la normativa vigente, sería incinerada.

Expediente especial: La mujer de mi vida

Los incondicionales lectores de Artistas irrelevantes (y también sus acérrimos detractores) podrán leer y contemplar dos expedientes de esta investigación en la revista La mujer de mi vida (Nro. 40 - Enero de 2007).

Advertirá el lector que me han bautizado "Roberto Fucile". Que no cunda el pánico, esto tiene una sencilla explicación: la maldición de Emerson Valdivia ha caído sobre un servidor.


En síntesis, amigo amante de la lectura: esta distinguida revista es para usted. Si sus medios son escasos, pídasela prestada a su kioskero de confianza; y si este se resiste o responde con evasivas, róbesela. La identificará por la bella portada que ha realizado el colega Dibujador.

Cordialmente,
Rodolfo Fucile

8.1.07

John Tamburini y Dolly Scarlett

El 8 de enero de 1977, John Tamburini (graduado con honores en la Universidad de Michigan) enviaba su primer guión a su tío Charles Armentano, un exitoso productor de la Costa Oeste. Se trataba de 325 Lincoln Avenue, una historia ambiciosa, en la cual se entrecruzaban las vidas de cinco vecinos de un edificio de Los Angeles. Así lo resumía J. Tamburini en su carta a Charles:

“En el primer piso se aloja Mr. Hill, un padre de familia que lleva una vida apacible, pero esconde un asombroso secreto que no puede develar. Mientras tanto, desde el piso décimo, un agente de la CIA intenta desbaratar una organización terrorista que planea asesinar al presidente de los EEUU. Tres pisos más abajo, un alto funcionario gubernamental descubre que su hijo es homosexual, lo que pondrá en riesgo su promisoria carrera política. Finalmente Jeff, un ex convicto que ha regresado en busca de venganza, conoce a Linda, una joven neoyorquina que cambiará su vida para siempre.”


Dos semanas después, Tamburini recibía un telegrama de su tío: “Querido John: lamento decirlo, pero no tienes talento. Jamás he leído una historia tan larga y previsible como la tuya. Será mejor que olvides esto y consigas un buen empleo”. Presa del desengaño, John se emborrachó, desparramó las páginas de su guión y puso fin a su vida.

Antes de telefonear a la policía, Dolly Scarlett (ama de llaves de la familia) guardó las páginas en una carpeta y envió la misma a Charles Armentano. A la semana, este le ofrecía un contrato para el rodaje de cuatro films:

Secreto carnal: Un ex convicto esconde a Linda; un asombroso secreto que no puede develar y pondrá en riesgo su promisoria carrera política.
El regreso de Mr. Hill: Un alto funcionario gubernamental que cambiará su vida para siempre, ha regresado en busca de venganza.
La sorpresa de Jeff: Un homosexual conoce a una joven neoyorquina y descubre que su hijo es agente de la CIA.
Terror en Washington: Un padre familia que planea asesinar al presidente de los EEUU, intenta desbaratar una organización terrorista que lleva una vida apacible.

Dolly Scarlett, referente indiscutido del cine Clase B, es millonaria y analfabeta.

FOTO: En una actitud que explica el desenlace de esta historia, Dolly se aferra celosamente al diploma de Tamburini.